jueves, 17 de mayo de 2012

La biblia: su significado y su historia



Biblia

La Biblia (del griego τα βιβλία, ta biblía, ‘los libros’) es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La canonicidad de cada libro varía dependiendo de la tradición adoptada. Según las religiones judía y cristiana, «transmite la palabra de Dios». La Biblia, o al menos parte de ella, se encuentra traducida a 2303 idiomas.1



La Biblia de Gutenberg.

La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’), acuñada por vez primera en el Primer libro de los macabeos 12:9, siendo βιβλία plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’).2 Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad deBiblos (Βύβλος, Byblos), importante mercado de papiros de la antigüedad.3 No obstante, dado que «Biblos» solo con dificultad podría ser un préstamo del nombre original de dicha ciudad en fenicio, «Gubla», existe la posibilidad de que fuera la ciudad la que recibiera su nombre griego a partir del término que designaba a la planta de papiro, y no al revés.4

Dicha expresión fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese entonces ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, τὰ βιβλία, a manera de título.
Ya como un título, se empezó a utilizar en latín biblia sacra (‘los libros sagrados’), sin artículo dado que éste no existía en latín. Sin embargo, al ser Biblia un cultismo en latín, acabó pasando de considerarse un neutro plural a un femenino singular («la sagrada Biblia»), entendiendo ya Biblia como el nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

Historia
La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto deDébora») y en las denominadas fuentes "E" (tradición elohísta) y "J" (tradición yahvista) de la Torá (llamada Pentateuco por los cristianos), que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época. El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj, no consintiendo bajo ningún concepto el término Antiguo Testamento y no acepta la validez del llamado Nuevo Testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al Tanaj.

El canon de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado por la Iglesia católica, bajo el pontificado de san Dámaso I, en el Sínodo de Roma del año 382, y esta versión es la queJerónimo de Estridón tradujo al latín. Dicho canon consta de 73 libros: 46 constitutivos del llamado Antiguo Testamento, incluyendo 7 libros llamados actualmenteDeuterocanónicos (Tobit, Judit, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc) ―que han sido impugnados por judíos y protestantes― y 27 del Nuevo Testamento. Fue confirmado en el Concilio de Hipona en el año 393, y ratificado en los Concilios III de Cartago, en el año 397, y IV de Cartago, en el año 419.

Cuando reformadores protestantes lo impugnaron, el canon católico fue nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546. Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida por muchos protestantes, surgidos a partir del siglo XVI, ni por distintas denominaciones paraprotestantes, surgidas a partir del siglo XIX. El canon de las Biblias cristianas ortodoxas es aún más amplio que el canon de las Biblias católicas romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, elLibro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos. En adición a estos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los Macabeos figuran, así mismo, como apéndices, en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia.

El Antiguo Testamento narra principalmente la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo III a. C.

La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios por ser indudable para estos su inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la humanidad, su creación, su caída en el pecado y su salvación, que expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.

Para los creyentes, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el siglo XVI los diferentes movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar este problema se definió el principio llamado "sola escritura", que significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia, también son fuente doctrinal la tradición, las enseñanzas de losPadres de la Iglesia (discípulos de los apóstoles), y decisiones emanadas de concilios. Esta divergencia entre cristianos se intensificó después de 1870, cuando el papa Pío IXdeclaró que ―como único «sucesor de Pedro», y, consecuentemente, «custodio y depositario de las llaves del Reino de los Cielos»― era infalible en asuntos de fe, moral y doctrina cristiana (dogma de la infalibilidad papal). Mientras que los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesucristo. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.

Para los judíos ortodoxos, por supuesto, el Nuevo Testamento no tiene validez. El rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los caraítas defienden desde elsiglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.

Antiguo Testamento y Nuevo TestamentoEl canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadió diversos escritos que se convertirían en el Nuevo Testamento. Poco diferentes listas de las obras aceptadas siguió desarrollando en la antigüedad. En el siglo IV, varios sínodos fueron elaborando listas de escritos sagrados que fijaban un canon del Antiguo Testamento de entre 46 y 54 distintos documentos y un canon del Nuevo Testamento de 20 a 27, siendo este último el utilizado hasta el día de hoy; el cual fue definido finalmente en el Concilio de Hipona en el año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la Biblia en latín (véase la Vulgata), el Canon de la cual, debido en parte a la insistencia del Papa Dámaso, fue hecho coincidir con decisiones de varios de los Sínodos reunidos con anterioridad. Con el beneficio de la retrospectiva se puede decir que estos procesos establecieron de manera eficaz el canon del Nuevo Testamento, aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después de este tiempo. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue legitimada por ningúnConcilio ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63).

Durante la Reforma Protestante, algunos reformadores canónicos propusieron diferentes listas de las que se encuentra actualmente en uso en la iglesia de San Pedro de Roma. Aunque no sin debate, véase Antilegomena, la lista de los libros del Nuevo Testamento vendría a seguir siendo el mismo, sin embargo, el Antiguo Testamento los textos presentes en la Septuaginta, pero no está incluido en el canon judío, cayó de favor. En el momento en que vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como libros apócrifos, la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que tanto católicos como protestantes describen algunos otros libros, como el libro de los Hechos de Pedro, como apócrifos.

Por lo tanto, el Antiguo Testamento protestante de hoy tiene 39 libros -el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no en contenido) a causa de un método diferente de la división. También varía el orden y el nombre de los libros, mientras que la Iglesia Católica Romana reconoce a 46 libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El libro de Enoc es aceptado en el canon del Antiguo Testamento solo por la Iglesia Ortodoxa Etíope. El término "Escrituras hebreas" es solo sinónimo del Antiguo Testamento protestante (no católico) que contiene las Escrituras hebreas y textos adicionales. En cuanto al canon del Nuevo Testamento, son 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras Iglesias Católicas Ortodoxas.

EstructuraUn libro de la Biblia es un grupo establecido de escrituras. Por ejemplo, el libro de Salmos (en hebreo Tehilim o ‘canciones de alabanza’) tiene 150 canciones (151 en la versión de los Setenta), mientras que la Epístola de Judas es una carta de media página.

La Biblia hebrea o Tanaj está dividida en tres secciones: los cinco libros de Moisés (la Ley o Torá), los libros escritos por los profetas hebreos (los Profetas o Nevi'im) y unos libros que no entran en las dos categorías anteriores (las Escrituras o Ketuvim); estos son conocidos como hagiógrafa o simplemente «las Escrituras».

La Biblia judía fue escrita predominantemente en hebreo, pero tiene algunas pequeñas partes que fueron escritas en arameo. En la Biblia cristiana, la Biblia hebrea es llamada Antiguo Testamento, para distinguirla del Nuevo Testamento, que es la parte que narra la vida de Jesús y su predicación, entre otras cosas. El Nuevo Testamento está dividido en los cuatro Evangelios, Historia (Hechos de los Apóstoles), las Cartas a iglesias cristianas por Pablo y otros apóstoles, y el Apocalipsis.



Biblia de Gutenberg.

Las Biblias cristianas contienen la totalidad del Tanaj o Antiguo Testamento, junto con un grupo de textos posteriores cristianos, conocidos como el Nuevo Testamento. Dentro del cristianismo no hay acuerdo completo sobre el número exacto de libros que debe tener (con igual reconocimiento) el Antiguo Testamento, es decir, sobre su canon. Hasta el siglo XVI se mantuvo en Occidente la traducción latina de san Jerónimo conocida como "la Vulgata" (proveniente del latín vulgar) que incorporaba tanto el canon judío como aquellos escritos de la Septuaginta griega. Con la Reforma Protestante, Martín Lutero cuestionó la necesidad de mantener los libros "apócrifos" junto a los del canon judío y los agrupó como un apéndice edificante al final de su traducción al alemán de la Biblia. LaIglesia Católica Romana confirmó, sin embargo, el canon de la Biblia de los Setenta y de la Vulgata en el Concilio de Trento (1545-1563), reconociendo más claramente la canonicidad de algunos escrituras cuestionadas por Lutero, que desde ese mismo siglo comenzaron a ser llamados "Deuterocanónicos" (Concepto introducido por Sixto de Siena). Las iglesias orientales también reconocen plena canonicidad a los deuterocanónicos, agregando también otros libros que se encuentran en códices antiguos, como el Salmo 151, la Oración de Manasés, III y IV Esdras, y III y IV Macabeos. La Iglesia Copta acepta asimismo en su canon el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos. El Nuevo Testamento hace referencia tanto a los libros deuterocanónicos como al Libro de Enoc, y narra los sucesos de la pasión de Cristo de acuerdo con el cómputo asentado en el Libro de los Jubileos. En cuanto al resto de los libros, no hay disputa alguna y todos los grupos cristianos tienen los mismos libros en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Cánones bíblicos
La palabra canon significa regla o medida, así que se le llama canon bíblico al conjunto de libros que integran la Biblia según unatradición religiosa concreta, que los considera así "divinamente inspirados" y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento; por ejemplo, según la Iglesia católica son 46 libros, y según la mayoría de iglesias protestantes son 39. En relación al Nuevo Testamento todas tienen el mismo número de libros.

El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la "Ley de Dios", que es el conjunto de los 613 preceptos del judaísmo.

Dentro del judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá (‘la Ley’) o Pentateuco (‘cinco libros’), mientras que otros grupos también incluyen los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos. Así, a finales del siglo I el judaísmo estableció en Yamnia (Yavne) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. (cuando la helenización llegó a Judea, con los problemas culturales y religiosos subsecuentes, y que pueden leerse en libros como los de losMacabeos o el de Daniel), que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios (con lo que también algunos libros que cumplían las dos características anteriores tuvieron que salir del canon).

En tiempos de Jesús de Nazaret es dominante la segunda opinión, la cual es sostenida y transmitida por muchos cristianos hasta tiempos de la Reforma Protestante con la controversia de los libros deuterocanónicos (ver «Estructura», ut supra). Esta controversia probablemente se originó precisamente por el hecho de que el judaísmo había establecido su canon a fines del siglo I, con lo que para ellos ya no estaban presentes aquellos textos que solo se encontrarían en griego (en la versión de la Biblia judía de los Setenta). Estos libros fueron precisamente los que se considerarían, posteriormente, como deuterocanónicos.

La versión judía de la Biblia, llamada el Tanaj, consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son:
Los nombres de varios libros: Éxodo para el original Shemot (‘nombres’); Levítico para Vaikrá (‘Y llamó’).
La subdivisión en tres secciones:
Torá (la Ley, el Pentateuco);
Nevi'im, los Profetas Anteriores (Josué, Jueces, Samuel y Reyes) y Posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores); y
Ketuvim, los Escritos (Salmos, Proverbios, Daniel y los demás libros).
El orden de los libros.

Actualmente, los libros que no son considerados canónicos por católicos y ortodoxos, reciben el nombre de libros apócrifos; a su vez, esos mismos libros suelen ser denominadospseudoepígrafos por los protestantes, que, habitualmente, respetan también el nombre de Deuterocanónicos (literalmente, "del segundo canon") para aquellos que han recibido reconocimiento canónico de católicos y ortodoxos (en general, son libros escritos originalmente en griego, incluidos en la traducción al griego de la Biblia judía conocida como Septuaginta o de los LXX). No obstante, algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos. Con todo, hay que señalar, que los primeros cristianos no usaban la Biblia hebrea, sino que usaban la Septuaginta o de los LXX por cuanto varios de los nuevos cristianos fueron judíos de cultura griega, como por ejemplo, Pablo de Tarso, San Esteban, y los evangelistas San Lucas y San Marcos.

Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las más de las versiones protestantes solo contienen 66. Sin embargo, las Biblias de losanabaptistas, luteranos, anglicanos y episcopalianos, incluyen los deuterocanónicos, si bien bajo el rubro de "apócrifos"; ya que los consideran "lectura edificante", aun cuando no canónica. Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia Copta incluye en su canon del Antiguo Testamento el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos, que no incluye ninguna de las otras corrientes actuales del judeocristianismo, pero que eran libros bastante populares en los tiempos de Cristo; de lo cual han quedado vestigios incluso en los escritos del Nuevo Testamento. La Iglesia Siria reduce el número de libros del canon, pues solo acepta 22 en el Nuevo Testamento.

La Biblia cristiana
La Biblia es un libro usado por todos los cristianos, aun cuando no todos los grupos de cristianos la lean asiduamente. Las Biblias cristianas están constituidas por escritos hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo Testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo Testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.

La comunidad judía actual reserva la expresión «Biblia cristiana» para identificar solo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj con los términos Biblia o Antiguo Testamento. Varias denominaciones cristianas incorporan otros libros en el canon de ambos Testamentos.

El Antiguo Testamento
Artículo principal: Antiguo Testamento.
El Antiguo Testamento es la serie de textos sagrados israelitas anteriores a Cristo, y que es aceptada por todos los cristianos como primera parte de las Biblias cristianas. En términos generales, no existe un consenso general entre los diferentes grupos de cristianos sobre si el canon del Antiguo Testamento debe corresponder al de la Biblia griega, con deuterocanónicos, que es lo que plantean las iglesias cristianas ortodoxas y católica romana a través de su historia, o al del Tanaj hebreo, que es lo que plantean los judíos actuales, algunos protestantes, y otros grupos cristianos emanados de estos. Sin embargo, el orden, nombres y particiones de los libros del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas, a través de la historia, siguen la usanza griega y no la hebrea. Y, de la misma forma, varía del judaísmo en la interpretación y énfasis. (Véase, por ejemplo, el Libro de Isaías 7:14.). Aparte de los libros propios del texto griego de la Biblia, el canon de la iglesia copta admite otros libros, como el Libro de Enoc y el Libro de los Jubileos.

El Nuevo Testamento
Artículo principal: Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento es una colección de 27 libros, representativos de 5 diferentes géneros literarios judeocristianos: 4 Evangelios, 1 Libro de Hechos, 1 Apocalipsis, y 19 Epístolas (6 epístolas "católicas" o apostólicas, y 13 epístolas paulinas). Una séptima epístola católica ―a saber, la Primera Epístola de Juan―, y una decimocuarta epístola paulina ―concretamente, la Carta a los hebreos―, realmente pertenecen al género ensayístico o doctotratadístico, es decir, se trata de tratados doctrinales, con lo que representan un quinto género de escritos del Nuevo Testamento. La figura protagónica es Jesús de Nazaret, llamado Cristo. Casi todos los cristianos, con algunas excepciones, como el cristianismo gnóstico de los primeros siglos, han venido asumiendo el Nuevo Testamento como un texto sagrado divinamente inspirado. Sin embargo, no hay unidad universal en el canon del Nuevo Testamento. Son 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias Protestantes. La Iglesia Cristiana Ortodoxa de Siria solo acepta 22 libros en su canon. Libros como el Primer Libro de Clemente y el Segundo Libro de Clemente, el Libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y son aceptados por parte de otras Iglesias cristianas.

Otros libros referenciados en la Biblia
Dentro del texto bíblico se mencionan algunos libros y epístolas de los cuales no se cuenta con copias reportadas actualmente o solo se conservan fragmentos. Generalmente se les menciona como referencias primarias, escritos de elaboración anterior o como complemento de lo escrito dentro del contexto donde se los menciona. En el caso del Libro de Enoc, éste ha venido siendo tenido por apócrifo por la mayoría de religiones (siendo caso contrario el canon de la iglesia ortodoxa etíope) a pesar de haber sido referenciado en la Biblia y encontrarse en un estado íntegro de contenido.

La siguiente lista parcial muestra algunos de los libros que no están disponibles hoy en día en la mayoría de ediciones bíblicas. Dichos libros son:

Libro
Escritura de referencia
El libro del convenio (pacto o alianza)
Éxodo 24:7

El libro de las batallas de Yahveh
Números 21:14

El libro de Jaser (o libro del justo)
Josué 10:13, 2Samuel 1:18

Un libro guardado delante de Yahveh
1Samuel 10:25

El libro de los hechos de Salomón
1Reyes 11:41

El libro del vidente Samuel, el libro del profeta Natán y el libro del vidente Gad
1Crónicas 29:29

Profecías de Ahías el silonita, y del vidente Iddo
2Crónicas 9:29

Los libros del profeta Semaías
2Crónicas 12:15

Las palabras de Jehú
2Crónicas 20:34

Los hechos de Uzías
2Crónicas 26:22

Los registros (o actas) de los reyes de Israel
2Crónicas 33:18

Las palabras de los videntes
2Crónicas 33:19

Un rollo con la palabra de Yahveh a Jeremías desde los días de Josías
Jeremías 36:1-4

Un libro de Jeremías contra de toda la maldad de Babilonia
Jeremías 51:60

Un libro de memorias
Malaquías 3:16

Una epístola anterior de Pablo a los corintios
1Corintios 5:9

Otra epístola de Pablo a los efesios
Efesios 3:3

La carta de Pablo a los laodicenses
Colosenses 4:16

Las profecías de Enoc
Judas 1:14

Conservación e integridad de la Biblia
Existen opiniones divididas en cuanto a la afirmación de que gran parte de la Biblia se ha conservado sin cambios importantes hasta nuestros días. Actualmente, la creencia común en casi toda la cristiandad supone la infalibilidad y/o inerrancia del texto bíblico, dando por sentado que la Biblia está exenta de todo error, siendo perfecta como palabra de Dios al hombre. Este concepto es similar a la doctrina de la sola scriptura, donde se considera que la Biblia contiene todo lo necesario para la salvación del hombre. En el credo de Nicea se confiesa la creencia de que el Espíritu Santo "ha hablado por medio de los profetas". Este credo ha sido sostenido por los católicos romanos, católicos ortodoxos, anglicanos, luteranos y la mayoría de denominaciones protestantes. Sin embargo, como nota Alister E. McGrath, "los reformadores no vieron conectado el asunto de la inspiración con la absoluta fiabilidad o verdadera inerrancia de los textos bíblicos". Él dice:

[...] el desarrollo de las ideas de 'infalibilidad bíblica' o 'inerrancia' dentro del protestantismo pueden ser trazadas a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX.5

Los defensores de la idea de que las escrituras bíblicas son fieles y están completas se basan en la cantidad de copias idénticas que, desde tiempos remotos, se ha realizado de las mismas. Los copistas hebreos de las Escrituras, denominados masoretas, que copiaron las Escrituras hebreas entre los siglos VI y X solían contar las letras para evitar errores. El experto en la materia W. H. Green dice sobre las comparaciones entre textos antiguos y modernos lo siguiente:

Se puede decir sin temor a equivocarse que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud.

Quienes no están de acuerdo con estas afirmaciones apelan a circunstancias tales como traducciones de un idioma a otro, copiado de manuscritos, opiniones divergentes en dogmas y/o destrucción deliberada y sostienen por tanto que la Biblia no ha llegado como un volumen completo. Hallazgos tales como los manuscritos del Mar Muerto han mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí, y los conocidos hasta entonces, parecen presentar cambios menores. En otros casos, libros tales como los Evangelios apócrifos fueron descartados del canon aceptado durante los concilios ecuménicos, como parte de un esfuerzo por mantener la integridad doctrinal. Casos como el del hallazgo del texto completo del Evangelio de Tomás entre los Manuscritos de Nag Hammadi, entre otros textos tomados por heréticos en su momento, evidencian un proceso editorial paulatino en épocas pasadas. Hay otros textos relevantes relacionados con la Biblia "original" como los escritos apócrifos hallados en Egipto y Cisjordania (Qumrán, cerca del Mar Muerto), e incluso en países muy lejanos hacia el Sur y el Oriente. Estos han supuesto una nueva interrogante acerca de si ya estaría completo el canon bíblico, o habría que revisarlo de forma detallada.

Por su parte, el Diccionario de la Biblia para el intérprete (cuyo título original en idioma inglés es The interpreter's dictionary of the Bible), editado en 1962 por George Arthur Buttrick, afirma:

Es seguro decir que no hay UNA SOLA FRASE en el Nuevo Testamento en la que la tradición manuscrita sea completamente uniforme.

Jason David BeDuhn, doctor en estudios comparados de religiones, máster en divinidad, profesor de estudios religiosos, ganador del premio de la Academia Estadounidense de Religión en 2001, afirma:

He puesto en claro que toda traducción de la Biblia ha sido realizada por intereses creados, y que ninguna de las traducciones representa el ideal de un proyecto académico neutral.[cita requerida]

Bart Ehrman, erudito bíblico estadounidense, doctor en divinidad, experto en paleocristianismo y jefe del Departamento de Estudios Religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, afirma:

Hay más deficiencias en nuestros manuscritos bíblicos, que palabras hay en el Nuevo Testamento.[cita requerida]

Esto se debe, en palabras de Robert W. Funk, fundador del «Jesus Seminar» a que

Se ha estimado que hay más de 70.000 variantes significativas en los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. Tal montaña de variaciones ha sido reducida a un número manejable por las ediciones críticas modernas que ordenan, evalúan y eligen entre la miríada de posibilidades. Las ediciones críticas del Nuevo Testamento griego utilizadas por eruditos son, de hecho, creaciones de los críticos textuales y editores. No son idénticas a ninguno de los manuscritos antiguos sobrevivientes. Son una composición de muchas versiones distintas.[cita requerida]

Arqueología bíblica
Hay varios casos en que los descubrimientos arqueológicos han señalado congruencias con los hechos o personajes bíblicos. Entre esos descubrimientos se encuentran los siguientes:Las investigaciones arqueológicas en la zona donde se desarrollan los hechos narrados en la Biblia tienen como un resultado añadido la comprobación de los hechos, lugares y personajes que aparecen citados en los diferentes libros que componen la Biblia.[cita requerida] Incluso se ha llegado a crear el término de arqueología bíblica para denominar a una parte de la arqueología que se encarga de estudiar los lugares indicados en la Biblia.[cita requerida]
Rey Sargón II de Asiria. Este personaje que aparece en Isaías 20:1 no pudo ser confirmado hasta que en 1843 se descubrieron las ruinas de su palacio. Se hallaron escritos en los que se relatan las conquistas de las ciudades de Samaria y Asdod que aparecen también relatados en el libro de Isaías.[cita requerida]
Joaquín, rey de Judá. El descubrimiento de las tablillas de Babilonia permitió la confirmación de la existencia del rey Joaquín de Judá y sus cinco hijos que aparecían nombrados en el Segundo Libro de los Reyes y el Primer Libro de Crónicas.[cita requerida]
El sello de Yehujal. En 2005 la arqueóloga Eilat Mazar descubrió un sello de arcilla en el cual se nombraba Yehujal (Jehucal o Jucal) que fue un funcionario judío que es nombrado en el libro de Jeremías.[cita requerida]
Hallazgos en Nínive. En las excavaciones realizadas en la antigua ciudad de Nínive, capital de Asiria, se han hallado varias piezas que confirman relatos bíblicos.[cita requerida]En el palacio de Senaquerib hay un bajorrelieve que muestra a las tropas asirias llevando cautivos a los israelitas tras la caída de Laquis, hecho relatado en el Segundo Libro de los Reyes. 6 En las piezas conocidas como Anales de Senaquerib se relatan los hechos realizados durante el reinado de Ezequías y a este mismo personaje. También es curioso como en el listado de ciudades conquistadas por los asirios no aparece Jerusalén lo cual concuerda con el relato bíblico de que fueron derrotados a sus puertas,[cita requerida] al igual que se relata el asesinato de Senaquerib que están incluidos en el Libro de Isaías.[cita requerida]
El Cilindro de Ciro. Se encontró en Sippar cerca de Bagdad, Irak. Narra la conquista de Babilonia por Ciro el Grande. Algunos ven en el relato de Isaías 13:1, 17-19 e Isaías 44:26-45:3 la profecía de la destrucción de Babilonia por Ciro. También en el cilindro se expone la política de Ciro de dejar volver a los pueblos deportados a su tierra de origen, tal y como sucedió con los israelitas.[cita requerida]

La arqueología también ha brindado descubrimientos interesantes en relación a la conformación de los propios textos bíblicos.[cita requerida] Los descubrimientos del Evangelio de Tomás y del Evangelio de Felipe, por ejemplo, reforzaron la Hipótesis de Q.[cita requerida] Eruditos han asegurado que el Evangelio de Tomás es más antiguo que los 4 canónicos y que al igual que Mateo y Lucas, tuvo a Q por fuente documental.[cita requerida] Según esto, los evangelios más antiguos serían colecciones de dichos de Jesús que no narrarían la crucifixión ni la resurrección, sino que se preocuparían por mantener el registro de las enseñanzas del Maestro.[cita requerida]


La Biblia y los distintos idiomas
Los libros bíblicos fueron escritos inicialmente en distintas lenguas, las llamadas lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego helenístico). En distintas épocas históricas fueron traducidos de unas de ellas a otras, y posteriormente a las demás.

Biblia hebrea
Artículo principal: Biblia hebrea.

Biblia griega
Artículo principal: Biblia griega.

Biblia latina
Artículo principal: Biblia latina.

Traducciones de la Biblia
Véase también: Anexo:Traducciones de la Biblia al español

Estadísticas
El número de palabras de la Biblia varía ―según la versión y el idioma― entre 773 6927 y 783 137.8
La Biblia cristiana ortodoxa consta de 1347 capítulos; la católica romana, de 1329, y la protestante, de 1189, 260 de los cuales constituyen el Nuevo Testamento.
El libro que aparece como último en la Biblia es el Apocalipsis de Juan, pero en realidad el último en ser escrito fue el Evangelio de Juan.
El capítulo más corto de la Biblia es el «Salmo 117» (solo 2 versículos), y el capítulo más largo es el «Salmo 119» (176 versículos).
El libro más corto de la Biblia es el Segundo Libro de Juan (13 versículos), seguido por el Tercer Libro de Juan (15 versículos), el Libro de Abdías (21 versículos) y el Libro de Judas (25 versículos).
Los versículos más cortos de la Biblia son Éxodo 20:13 («No matarás»), Éxodo 20:15 («No robarás»), y Juan 11:35 («Jesús lloró»); el más largo es Esther 8:9 («El día veintitrés del mes tercero, que es el mes de siván, fueron convocados los escribanos del rey. Siguiendo las instrucciones de Mardoqueo, redactaron un documento dirigido a los judíos, a la vez que a los sátrapas, a los gobernadores y a los jefes de las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía, a cada provincia en su escritura y a cada pueblo en su lengua; a los judíos, también en su propia escritura y lengua»).
La Biblia aún sigue siendo el libro más vendido de todos los tiempos y el mas traducido.

Génesis

Capítulo 1
1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.1:4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.1:5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.1:6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.1:7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.1:8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.1:9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.1:10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.1:11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.1:12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.1:13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.1:14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,1:15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.1:16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.1:17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,1:18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.1:19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.1:20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.1:21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.1:22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.1:23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.1:24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.1:25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.1:29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.1:30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.



Capítulo 2
2:1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
2:4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
2:5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,
2:6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.
2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
2:8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.
2:9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
2:10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
2:11 El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro;
2:12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice.
2:13 El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
2:14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.
2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
2:19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
2:20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
2:21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
2:25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.




Capítulo 3
3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
3:8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
3:20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
3:24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.




Capítulo 4
4:1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.
4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
4:6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
4:12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
4:13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.
4:14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.
4:15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.
4:16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.
4:17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.
4:18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.
4:19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.
4:20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
4:21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
4:22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.
4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres:
Ada y Zila, oíd mi voz;
Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:
Que un varón mataré por mi herida,
Y un joven por mi golpe.
4:24 Si siete veces será vengado Caín,
Lamec en verdad setenta veces siete lo será.
4:25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.
4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.




Capítulo 5
5:1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.
5:2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.
5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
5:4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5:5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.
5:6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.
5:7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.
5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.
5:9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.
5:10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
5:11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.
5:12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.
5:13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
5:14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.
5:15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.
5:16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
5:17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.
5:18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.
5:19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5:20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.
5:21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
5:22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.
5:23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.
5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
5:25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.
5:26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.
5:27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió.
5:28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;
5:29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.
5:30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
5:31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.
5:32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.




Capítulo 6
6:1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
6:2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
6:4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
6:9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
6:10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
6:11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
6:12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
6:14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
6:15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
6:16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
6:17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
6:18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
6:19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
6:20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
6:21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
6:22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.


Capítulo 7
7:1 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
7:2 De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.
7:3 También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
7:4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.
7:5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.
7:6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
7:7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.
7:8 De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
7:9 de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé.
7:10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
7:11 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
7:12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
7:13 En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;
7:14 ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie.
7:15 Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
7:16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
7:17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
7:18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
7:19 Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
7:20 Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
7:21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
7:22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
7:23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
7:24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.


Capítulo 8
8:1 Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
8:2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.
8:3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
8:4 Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.
8:5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
8:6 Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho,
8:7 y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8:8 Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
8:9 Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
8:10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
8:11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
8:12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él.
8:13 Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
8:14 Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
8:15 Entonces habló Dios a Noé, diciendo:
8:16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
8:17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
8:18 Entonces salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
8:19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
8:20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
8:21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
8:22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.


Capítulo 9
9:1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.
9:2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
9:3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.
9:4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
9:5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
9:6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
9:7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.
9:8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo:
9:9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros;
9:10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
9:11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
9:12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:
9:13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
9:14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
9:15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
9:16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
9:17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
9:18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.
9:19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra.
9:20 Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;
9:21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
9:22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
9:23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
9:24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
9:25 y dijo:
Maldito sea Canaán;
Siervo de siervos será a sus hermanos.
9:26 Dijo más:
Bendito por Jehová mi Dios sea Sem,
Y sea Canaán su siervo.
9:27 Engrandezca Dios a Jafet,
Y habite en las tiendas de Sem,
Y sea Canaán su siervo.
9:28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.
9:29 Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.



Capítulo 10
10:1 Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
10:2 Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.
10:3 Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.
10:4 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim.
10:5 De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
10:6 Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán.
10:7 Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.
10:8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
10:9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.
10:10 Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.
10:11 De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala,
10:12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.
10:13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,
10:14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.
10:15 Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het,
10:16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,
10:17 al heveo, al araceo, al sineo,
10:18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.
10:19 Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.
10:20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
10:21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.
10:22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
10:23 Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.
10:24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.
10:25 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.
10:26 Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera,
10:27 Adoram, Uzal, Dicla,
10:28 Obal, Abimael, Seba,
10:29 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán.
10:30 Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente.
10:31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
10:32 Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.



Capítulo 11
11:1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
11:2 Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí.
11:3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
11:5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
11:6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
11:7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
11:8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
11:9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
11:10 Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
11:11 Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
11:12 Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
11:13 Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
11:14 Sala vivió treinta años, y engendró a Heber.
11:15 Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
11:16 Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.
11:17 Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
11:18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
11:19 Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
11:20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug.
11:21 Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
11:22 Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor.
11:23 Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
11:24 Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré.
11:25 Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
11:26 Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.
11:27 Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.
11:28 Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos.
11:29 Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
11:30 Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo.
11:31 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.
11:32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán.



Capítulo 12
12:1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
12:4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
12:5 Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
12:6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
12:7 Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.
12:8 Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.
12:9 Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.
12:10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
12:11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;
12:12 y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
12:13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
12:14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
12:15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.
12:16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
12:17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
12:18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
12:19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.
12:20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.



Capítulo 13
13:1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.
13:2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.
13:3 Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,
13:4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.
13:5 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.
13:6 Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.
13:7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.
13:8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
13:9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
13:10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.
13:11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.
13:12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
13:13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.
13:14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
13:18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.